Esencias
El lecho del Guiniguada es un cauce inundado de terpenos y moléculas
aromáticas, un magma invisible de esencias botánicas que capturan
nuestra atención, pero también la de otros seres, como los lagartos gigantes de Gran Canaria.
La Gallotia stehlini, como es conocido científicamente, nos recuerda que el paisaje que nos rodea es mucho
más que humano, invitándonos a poner el foco más allá de lo cultivado por el hombre, donde prosperan tabaibas, cardonales, salvias canarias o balos silvestres. Plantas, que dependen
en buena medida de la existencia del lagarto gigante para garantizar su distribución por el barranco, pues los frutos por
ellos digeridos mejoran su fertilidad y pueden prosperar con mayor
facilidad.
Atendiendo a ello, podemos decir que este tímido y enorme
lagarto es uno de los principales “jardineros” del Guiniguada. Un jardinero que utiliza su lengua
bífida y unos receptores químicos que
comunican el paladar con su cavidad bucal -llamados órganos de Jacobson-
para captar moléculas del entorno que les permite simular la posición
de aquellos elementos que son de su interés. Entre ellos, moléculas de
múltiples flores y plantas que conforman su dieta, como la salvia autóctona o exóticas como el molle.
Con el objetivo de celebrar esta red de relaciones, hemos creado un perfume específico que profundiza en la dimensión aromática del barranco a través
de un diálogo entre las delicadas narices de la
Gallotia stehlini y Jesús Herrera, sexta generación de la centenaria Casa del perfume Canario:
- Notas de salida: salvia, tomillo, plátano, eucalipto.
- Notas de corazón: pimienta rosa, hoja de tomate silvestre, romero.
- Notas de fondo: tintura de madera de tea, madera de cedro.